Parece un poco inusual que a menudo utilicemos conceptos como integridad y honestidad, pasando por alto lo amplio que pueden llegar a ser. A menudo la honestidad y la integridad suelen ser relacionadas, ya que es la honestidad la característica clave para identificar a una persona íntegra. Una vez leímos y analizamos la lectura de integridad académica, pudimos estar más conscientes de los campos que cubren ambos conceptos al nivel de la institución académica. Bajo el concepto de integridad, se tomó en consideración la política y estándares que puede envolver el mismo.
Bajo la política de integridad académica de Cuny establece algunos ejemplos que va en contra de la honestidad académica del estudiante. Estos ejemplos son: el fraude, el plagio, la obtención de ventaja inmerecida, la falsificación de documentos oficiales, entre otros. De los ejemplos mencionados, se puede decir que el plagio es uno de los ejemplos más comunes en la vida universitaria. Existen muchos estudiantes acostumbrados a copiar información de la misma manera que se encuentra en distintas fuentes de información, tales como: periódico, internet, libro, artículos, entre otros. Siempre es importante escribir en el trabajo la fuente donde se obtuvo la misma (referencia).
Por otro lado, podemos referirnos a los estándares de integridad académica estudiantil de la Pontificia Universidad Católica de Chile, para tomarlos como modelos y percatarnos de aquellos errores que muchas veces cometemos sin darnos cuenta y que interfieren con nuestra integridad académica. Entre estos se encuentran: la alteración o falsificación de documentos académicos, la colaboración impropia y copia en exámenes y tareas, el plagio, uso de citas falsas, entrega de datos falsos y el autoplagio. De los estándares anteriormente mencionados, debemos señalar que el autoplagio no lo habíamos considerado como fraude académico. Nunca antes pensamos que utilizar un trabajo propio para distintas evaluaciones académicas, sin citarlo debidamente, podía quebrar el código de honestidad y a su vez faltar a la integridad académica estudiantil. Luego de haber leído el artículo de integridad académica, contamos con el conocimiento de las acciones que conllevan fraude académico, ayudándonos a la prevención de éstas. De igual manera, hemos sido capaces de crear conciencia y contar con las herramientas vitales para destacarnos por nuestra integridad. Consideramos que seguir y entender cada uno de los estándares previamente señalados, es vital para el éxito de una comunidad académica libre de fraude y que asegura el mérito y aprendizaje genuino para cada individuo.
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